Violencia familiar y autoestima en alumnos de la Institución Educativa Secundaria
“Nuevo Seasmi”, Condorcanqui, 2023
Domestic violence and self-esteem in students of the Secondary Educational Institution "Nuevo Seasmi", Condorcanqui, 2023
Jegá tutit wajamu antsag íik aneniamu wegantu papiijam ayamtai Secundaria
“Nuevo Seasmi”, Condorcanqui, 2023
DOI: https://doi.org/10.55996/manguar.v4i1.309
Recibido: 26-08-2024 Aceptado: 08-02-2025
[1]Ronel, Bermeo Tijiats
Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza
[2]Darwin, Angulo
Universidad Nacional Toribio Rodriguez de Mendoza
Resumen
Este estudio se centró en determinar la relación existente entre violencia familiar y autoestima en estudiantes de la IES “Nuevo Seasmi”, estudio correlacional desarrollado con 120 alumnos quienes respondieron cuestionarios de violencia familiar y autoestima. Los resultados demostraron que el 28,4% de estudiantes tuvieron nivel bajo en violencia y autoestima elevada. Mientras que, el 40% mostraron tener un nivel medio de violencia y autoestima regular; sin embargo, el 23,4% mostraron un nivel alto de violencia y baja autoestima. Según prueba de hipótesis, el nivel de significancia que es menor a 0.05, por tanto, hay conexión inversa entre violencia familiar y autoestima, con coeficiente de correlación negativo de -0.704. Al asociar violencia familiar con autoestima positiva, el 27,5% exhibió bajo nivel de violencia familiar, y una autoestima positiva elevada. Asimismo, el 35% presentó un nivel medio de violencia familiar y autoestima positiva; mientras que el 19,2% experimentó un nivel alto de violencia familiar, y autoestima positiva baja. Para la violencia familiar asociada a la autoestima negativa, el 26,7% presentó nivel bajo de violencia familiar, y una autoestima negativa elevada. Además, el 37,5% mostró un nivel medio de violencia familiar y autoestima negativa regular. Sin embargo, un 12,5% experimentó un nivel alto de violencia familiar, y autoestima negativa regular. De acuerdo con el sexo, existe una ligera ventaja favorable a las mujeres, puesto que se muestran menos violentas y tienen mayor autoestima; así se demostró que cuanta más violencia exista menor índice de autoestima y viceversa.
Palabras clave: violencia familiar, autoestima.
Abstract
This study focused on determining the relationship between family violence and self-esteem in students of IES “Nuevo Seasmi”, a correlational study developed with 120 students who answered questionnaires on family violence and self-esteem. The results showed that 28.4% of the students had a low level of violence and high self-esteem. Meanwhile, 40% showed a medium level of violence and regular self-esteem; however, 23.4% showed a high level of violence and low self-esteem. According to the hypothesis test, the significance level is less than 0.05, therefore, there is an inverse connection between family violence and self-esteem, with a negative correlation coefficient of -0.704. When associating family violence with positive self-esteem, 27.5% showed a low level of family violence, and high positive self-esteem. Likewise, 35% presented a medium level of family violence and positive self-esteem, while 19.2% experienced a high level of family violence and low positive self-esteem. For family violence associated with negative self-esteem, 26.7% presented a low level of family violence and high negative self-esteem. In addition, 37.5% showed a medium level of family violence and fair negative self-esteem. However, 12.5% experienced a high level of family violence and regular negative self-esteem. According to sex, there is a slight advantage in favor of women, since they are less violent and have higher self-esteem; thus, it was shown that the more violence there is, the lower the index of self-esteem and vice versa.
Keywords: family violence, self-esteem.
Etégja agagmau
Juka autamuk diyawai achinit jegá tutít awajdáimau nuwigtú jutí iik aneniamu wegantun papiijam IES “Nuevo Seasmi” batsatu aidaun. Duka autamun achiniaku wegantuk takannase 120 papíijam aidaujai, díta aimkaje agaja iniabaun jeen wajuk batsamin ainawa tutít awajdáimau wegantunmash. Inagnamu diyamunmak 28,4% papìijam aidauk tikima senchi tutít awajdáimau batsattsui, antsag jutí iik aneniamujik muuntai. Tujash 40% wantiinkaje maakmamut tutít awajdáimau antsag jutí iik aneniamun. Nuniabaunum, 23.4% wantiinkaje senchi tutít awajdáimaun, antsag ujúmak jutí iik aneniamujin. Prueba de hipótesis diyamak, significancia tamauk jiinkíe 0.05 nugkanjin, nuniau asamtai, achikiakui ayantea tutít awajdáimau nuwigtú jutí iik aneniamu wegantun, coeficiente correlación atsátitin -0.704. Ijunja diyamak jegá tutít awajdáimau jutí iik aneniamujai apatkamak, 27.5% iwainmawai ujumak jegá tutít awajdáimau, tujash muuntan jutí iik aneniamunak. Antsag, 35% iwainmawai imanchaun jegá tutít awajdáimau, nuwigtú jutí iik aneenisa níimamumuuntan. Tujash, 12,5% iwainmake jegá tutít awajdáimau shiig muuntan, antsag jutí iik aneenisa níimamushiig ujúmak. Aishmag nuwajai diyamak, nuwa imá senchi maak juwakaje, wagka tamash, ujumak kajetjin iwainmainau, antsag diták anenisá diyamujig aan muun; antsag iwainmainake aan senchi tutit jegánum abaunmak, ujumak iik aneenisa níimamuk atatui, awagké diyamashkam.
INTRODUCCIÓN
La violencia, de manera visible o invisible siempre ha tenido presencia en la humanidad, desde sus inicios, y actualmente se va incrementando, y aunque parezca utópico, todavía es considerada una tarea que corresponde exclusivamente a autoridades tanto judiciales como policiales, creemos que la violencia no corresponde a nosotros su abordaje, y menos sus procedimientos para su tratamiento o intervención. Según Carmona (1999), para el incremento de la violencia, están contribuyendo algunos medios de comunicación, que irresponsablemente distorsionan la realidad, y otros, difundiendo hechos violentos que son imitados por las poblaciones más vulnerables, de preferencia niños y adolescentes, que carecen de la compañía y el monitoreo de los adultos; además agrega que, la sociedad va percibiendo a la violencia como una actitud que forma parte de la convivencia humana, y por tanto, es aceptada por la sociedad.
La escuela es un espacio donde están dadas las condiciones propicias para que los alumnos de cualquier tipo de sociedad plasmen lo que vivencian en su hogar, o contexto familiar, entonces es fundamental que desde los responsables de la gestión se plasmen iniciativas para el abordaje de la violencia con un enfoque formativo y con la intervención con equipos multidisciplinarios. Bleichmar (2008), nos menciona que la violencia, que es una realidad como historia y como presente, y que para algunos, es considerado como producto o resultado de la pobreza, y que de acuerdo a nuestra percepción, eso es una apreciación muy subjetiva; independientemente de su origen, para los responsables de la educación, debe constituir un eje prioritario y fundamental de atención, mediante la implementación de planes o estrategias disminuir los riesgos, y de ser posible, para superar por completo, posibles escenarios de violencia en los alumnos, en cualquiera de sus tipos.
Cada vez tiene mayor presencia en las escuelas, conductas que reflejan la violencia familiar, al mismo tiempo este afecta los aprendizajes de los estudiantes, y también en la mayoría de casos, los docentes desconocen los motivos de esas actitudes presentes en sus alumnos, por tanto, no planean estrategias encaminadas a tratarlo técnica y profesionalmente la problemática, con el fin de evitar que se agudice en el tiempo, y en adelante se convierta en una barrera infranqueable que afecte los aprendizajes, al respecto, Estévez et al., (2017) manifiestan que las vivencias escolares de los adolescentes viene asociado a actitudes y comportamientos que cada vez generan mayor preocupación en la comunidad educativa y sociedad por sus consecuencias adversas en el proceso enseñanza aprendizaje.
Esta situación tiene presencia en la mayoría de las IIEE, y que lamentablemente se incrementa en forma silenciosa, independientemente del tiempo y el espacio, y si antes se hablaba de repercusiones que tienen presencia o que trae consigo la violencia familiar que lamentablemente está en crecimiento en la escuela de la ciudad, hoy esa problemática ha transitado al campo, y ha sorprendido a los docentes y directivos que en la mayoría de casos se muestran impotentes para dar solución o minimizar sus efectos; en esa dimensión o dirección un organismo tan importante como es la OMS (2020), muestra datos preocupantes sobre la violencia, al decirnos que está afectando a millones de alumnos en el mundo, y que hasta un 50% de escolares comprendidos entre 2 a 17 años fueron víctimas de violencia en sus diferentes manifestaciones: físico, psicológico, emocional o sexual; además agrega que la presencia de violencia en la niñez de todos modos va a generar daños físicos y mentales, que repercutirán durante toda la vida.
A nivel nacional, la violencia, probablemente tenga mayor presencia en la escuela, hay que tener en cuenta que los conflictos sociales que generalmente son causados por la falta de experiencia de los gobernantes y por intereses de aquellos grupos que son dueños del poder, que sin lugar a dudas, manejan los destinos del Perú, y cuya política es el beneficio personal, ignorando necesidades del pueblo; lamentablemente constituyen eventos de aprendizaje para los alumnos, y sobre todo para los que están cursando su educación básica, por las características propias de su edad, y porque a través del uso masivo de redes sociales aprenden inconductas funcionales. El INEI (2019), nos da a conocer datos preocupantes, donde más del 68% de alumnos comprendidos entre 9 y 11 años ha sufrido violencia del tipo psicológico y también física, que tiene presencia en su hogar, en algún momento de su vida; agrega que 78% de la población, cuyas edades están 12 y los 17 años, ha sufrido maltratos físicos y psicológicos desde la concepción.
Si bien es cierto que la región Amazonas se caracteriza por su vida pacífica demostrada por los pobladores, y es curioso que en la parte o zona norte, de manera cotidiana, suceden situaciones contrarias, a las del sur, y con mayor presencia o carácter repetitivo en las provincias norte como Utcubamba y Bagua, tal como es de conocimiento común o generalizado, abunda la delincuencia, los conflictos y otro tipo de lacras sociales, como la trata de personas, el abuso y la explotación, que se da principalmente a las mujeres y a los niños, que forman parte de la población más vulnerable, lo cual, de hecho que es imitado por los escolares de los diferentes niveles, asimismo, el pandillaje y el robo es una práctica que tiene una constancia por no decir diaria, a vista y paciencia de los transeúntes. Esa forma de vida y problemática social, se está replicando o repitiendo en diferentes lugares próximos a dichas provincias, situación parecida ocurre en la zona de Condorcanqui y sobre todo en las comunidades que se encuentran ubicadas al borde de las carreteras, y también donde hay fuerte presencia de pobladores mestizos donde aunque parezca increíble, hay otros tipos de problemas adicionales a los que indicamos líneas arriba, esa realidad también tiene presencia en Nuevo Seasmi, lo que nos ha motivado hacer el estudio sobre la presencia de la violencia escolar en la IES, y su relación con la autoestima de los alumnos, por tanto, nos planteamos el siguiente ¿Cuál es la relación entre violencia familiar y autoestima en alumnos de la Institución Educativa Secundaria “Nuevo Seasmi”, Condorcanqui, 2023?.
Los objetivos que se persiguen con el desarrollo del presente estudio son, como general: determinar la relación entre violencia familiar y autoestima en alumnos de la IES “Nuevo Seasmi”. Y como objetivos específicos: determinar la relación entre violencia familiar y la dimensión de autoestima positiva, en alumnos de la IIS “Nuevo Seasmi”; determinar la relación entre violencia familiar y autoestima negativa en alumnos de la IES “Nuevo Seasmi”, Condorcanqui; y comparar la violencia familiar con la autoestima de acuerdo al sexo, en alumnos de la IES “Nuevo Seasmi”.
En lo relativo a la justificación, la investigación es una tarea que debe estar presente en todo docente porque va permitir solucionar problemas presentes en la escuela y en la comunidad, y tal como menciona Carrillo (2005), la escuela y la familia son dos espacios o ámbitos de interacción, donde se plasman las vivencias concretas de las personas, por tanto, la interrelación escuela y familia, debe ser lo más fluida posible; ese sentido, el estudio planteado es de interés porque es necesario conocer de modo científico el nivel de violencia familiar, y cuál es su relación con la autoestima de los escolares de la IES “Nuevo Seasmi”, Condorcanqui. Asimismo, el estudio tiene relevancia social, porque la escuela es un grupo que forma parte de la sociedad, y lo que pasa en la casa, repercute en la escuela y en el barrio, en términos actitudinales, por tanto, habiendo presenciado casos de violencia, hay la necesidad de investigarlo con la rigurosidad científica a fin de que los resultados contribuyan al conocimiento de la presencia de la violencia en el colegio, y su relación con la autoestima. También creemos que el estudio es original, porque no existen otros del mismo tema que hayan sido desarrollados en las comunidades awajún o wampis.
Los antecedentes considerados en el estudio, son los que en seguida se especifica: Santos y Larzabal (2021) investigaron: autoestima, apego y funcionamiento familiar, realizado en Ecuador, estudio cuantitativo no experimental, diseño correlacional, la población fue de 341 alumnos de básica, y respondieron instrumentos de autoestima y de funcionamiento familiar, de acuerdo a sus resultados, el 51% de mujeres tienen un nivel alto de autoestima; en cuanto al funcionamiento familiar, en el 30% de familias aproximadamente está presente la violencia entre sus integrantes; y su conclusión fue, que el apego es fundamental para el desarrollo de la autoestima, así como también para el buen funcionamiento familiar.
Fregoso, D. et al, (2021), en su estudio sobre familia, escuela y violencia en escolares de secundaria de Cali, Colombia, tipo cuantitativo, concluyendo que los estudiantes que usan con frecuencia y de manera significativa la violencia en el contexto escolar, lo hacen porque encuentran un escenario de inseguridad y mayor violencia en su hogar, y no son atendidos por los docentes, donde hay una ausencia total o parcial de normas y acuerdos para una buena convivencia escolar. Asimismo, es necesario trascender en la familia con charlas y orientaciones que son necesarias para entender, explicar y reducir los casos de violencia que tienen fuerte repercusión en los alumnos.
También es bueno precisar que no existen muchos trabajos de corte correlacional a nivel internacional. Cansaya (2022) investigó en qué medida se asocian o relacional violencia familiar y autoestima en adolescentes de una escuela del Cusco, su propósito fue identificar la relación entre variables, estudio cuantitativo con diseño correlacional, en la que intervinieron como muestra, 77 alumnos utilizaron el cuestionario VIFA, para la obtención de datos y el test de autoestima de Coopersmith, que es muy conocido en el mundo científico; según resultados, el 18,2% muestra nivel medio de violencia, y un 3,9% muestra nivel alto, y el 77%, nivel bajo de violencia; en lo referente a autoestima, el 16,9% tiene autoestima alta, el 63,6% está en promedio alto, el 13% en promedio bajo; concluyendo que hay asociación o relación moderada significativa, entre violencia familiar y autoestima.
Torres (2022), ha investigado violencia y autoestima en escolares de secundaria de la ciudad de Mórrope; estudio descriptivo correlacional, desarrollado con 43 estudiantes, a quienes aplicaron un cuestionario de violencia familiar y también un inventario de autoestima; según resultados, la violencia familiar es de nivel bajo para el 55%, el 28% tiene violencia media, y el 16% tiene violencia alta; en lo que se refiere a autoestima, del 25% es baja, del 60% media, y del 14% es alto. Al relacionar variables se concluye que, existe una relación inversa y de carácter significativo entre violencia familiar y autoestima.
Silva (2021) investigó la violencia y la autoestima en alumnos adolescentes que estudian en Lima Norte, y se plantea como propósito encontrar relación entre variables, en su estudio descriptivo con diseño correlacional, participaron 328 alumnos de educación secundaria, comprendidos entre 12 y los 17 años de edad; los instrumentos propios de la investigación fueron cuestionario de violencia, y en la autoestima se usó la escala de Rosenberg, validada por Atienza et al. (2000); concluyendo que, existe relación inversa significativa y mediana entre la variable violencia y autoestima en los adolescentes; es decir, mientras que son víctimas de mayores agresiones, muestran menos autoestima; por otro lado, asociando la violencia con las dimensiones de autoestima, hay relación inversa mediana significativa; mientras que con la negativa la relación es inversa mediana y significativa; finalmente, infiere que, al estar los adolescentes expuestos a escenarios de violencia, desarrollan autoestima negativa; y la autoestima positiva será fortalecida cuando haya tranquilidad en el entorno.
Chambilla (2019) publica los hallazgos de su estudio asociado a violencia y autoestima en secundaria, en la región Moquegua, que fue desarrollada con 111 estudiantes de básica regular, y el diseño fue correlacional, para el recojo de información utilizó dos cuestionarios, uno para medir la violencia, y otro para medir el nivel de autoestima; de acuerdo a los resultados, el 95% demuestra actitudes de violencia escolar a veces; por dimensiones, muestra actitudes violentas: en hostigamiento, el 94%, en intimidación el 90%, en exclusión el 94%, y en agresiones el 92%; y los resultados asociados a la autoestima, el 77% manifiesta que su autoestima fue afectada por actitudes violentas de compañeros; y en función a las dimensiones, en lo personal, el 62%, y en lo social el 66%, dicen que las actitudes violentas afectó algunas veces a su autoestima; concluyendo que, hay relación inversa entre violencia descolar asociado a la autoestima, significa que, cuando la violencia escolar aumenta, afecta o disminuye la autoestima en los alumnos. En el contexto local, no existen estudios asociados a las variables de estudio consideradas, sin embargo, se ha encontrado una desarrollada por Pujupat y Kunchikui (2019) sobre nivel de autoestima en alumnos de San Rafael, en el estudio descriptivo, participaron 83 alumnos quienes respondieron un test de autoestima, y de acuerdo a sus resultados, el 68% presentan un promedio alto de autoestima en el área de sí mismo, mientras que en el área social, el 56% están en ese mismo nivel; particularmente, en el área de escuela, el 60% está en el nivel alto; según resultado general, el 33% están en promedio bajo de autoestima; concluyendo que, en primer lugar está el área de sí mismo, seguida por el área escuela, y en último lugar, el área de hogar – padres.
Etimológicamente “violencia”, proviene del latín vis, cuyo significado que le proveen es: fuerza, y latus, que lo entienden o que significa transportar, es decir, hacer algo con fuerza (Blair, 2009). La violencia familiar tiene presencia en el contexto social desde la aparición de los seres humanos en el planeta, y según Han (2013), es un acto de poder o superioridad, dirigido a dominar, así como también agredir ya sea de forma física, verbal, psicológica y sexual, a cualquier miembro de la familia, y que, en definitiva, causará daño a la víctima.
Haciendo referencia a las bases teóricas, se menciona a Bandura (2003), quienes proponen la teoría llamada del aprendizaje en grupo o social, al respecto, nos dicen que, las conductas de agresividad o violencia tienen presencia, cuando observan escenas, sucesos o eventos de violencia, lo interiorizan y luego, cuando los alumnos están con sus pares, lo replican con ellos. En cuanto al soporte filosófico, nos menciona que la violencia es una cualidad adquirida, que en realidad el ser humano al nacer no viene con conductas violentas, sino que es la sociedad la que lo va corrompiendo y convirtiéndolo en una persona violenta; en ese sentido, agrega Valdés (2012), que la violencia se asocia a los impulsos de carácter primitivo, acompañado de ira y de venganza.
En definitiva, las conductas violentas, pueden ser muestras de la presencia de problemas más graves en el individuo que lo ejerce y que es necesario darle una atención para su tratamiento oportuno, y de este modo, reducir lo que refiere la Organización Mundial de la Salud – OMS (2019), que el maltrato a nivel global, está presente en más del 30% de hogares; y particularmente en el Perú, existen cerca de 10 mil casos de denuncias por agresiones, y claro está que los no denunciados, son mucho mayor.
En cuanto a las dimensiones de la violencia familiar, se consideran para el presente estudio, la propuesta de Moreno (2019), es decir, la violencia física, referida al uso intencional donde tiene presencia la fuerza física y también las amenazas que se dan de una persona hacia otra, y causarán daños diversos en la víctima; mientras que la violencia psicológica está referida a la agresión que tiene presencia, y donde no está presente el contacto físico entre agresor y víctima, se da principalmente con frases o expresiones de carácter impropio, que van a genera malestar en la persona que los recibe, y lo que es más grave, genera un daño emocional, que muchas veces es difícil de superarlo.
Haciendo referencia a la autoestima relacionada a la capacidad para aceptarse así mismo, Nelsen (2009), manifiesta que una persona con autoestima aceptable es asertiva, y en su comportamiento personal, están la seguridad, valoración hacia los demás, hay una seguridad y confianza en el cumplimiento de responsabilidades, con frecuencia muestra emociones y sentimientos de afecto hacia los demás, tiene mucha presencia el respeto y la consideración hacia uno mismo y a otras personas.
El marco teórico de la autoestima, considerando básicamente la de Branden (2004), nos menciona que hay seis pilares de la autoestima, que implican la práctica de vivir conscientemente, además de aceptarse a uno mismo, la responsabilidad que se tiene de sí mismo, el autoconocimiento y la autoafirmación, la práctica de vivir con sentido, y finalmente la práctica permanente de la probidad e integridad personal. Además, dice, cuando se omite estos seis pilares, la autoestima se verá perjudicada, sin embargo, cuando se fortalecen esas prácticas, la autoestima es favorecida, y beneficia a la persona.
La autoestima comprende dimensiones, y se consideran la autoestima positiva y la negativa, en el primer caso, hay una actitud positiva o de aprobación del sujeto, de uno mismo, la persona se acepta y también se siente competente para cumplir responsabilidades, y el mismo hecho de realizarlo, hace que se incremente su confianza; la autoestima negativa, es lo contrario, la desaprobación que tiene una persona hacia sí mismo, hay una prevalencia de los pensamientos negativos o adversos sobre la valía que tiene una persona de él mismo, a menudo desaprueba sus acciones, no se plantea retos, es pesimista, se siente incapaz de resolver o enfrentar una tarea o situación, Clemes (2011).
Población y muestra
La presente investigación es básica, de naturaleza cuantitativa y diseño descriptivo correlacional. La población y muestra fue de 120 alumnos de la IES “Nuevo Seasmi”, matriculados en los grados de primero al quinto, según detalle de la tabla:
Tabla 1.
Población estudiada
La muestra estuvo conformada por el 100% de la población, de los cuales 58 fueron varones y 62 mujeres, y fue seleccionada utilizando el método no probabilístico. Las variables estudiadas fueron: variable X: violencia familiar, y variable Y: autoestima.
Método de estudio
Los métodos que son el recorrido o camino para llegar a una meta según (Sánchez y Reyes, 2015), en el estudio se utilizó tiempo corto, con el método hipotético – deductivo, de acuerdo con el diseño de investigación. La técnica utilizada fue la observación, mientras que, el instrumento utilizado fue el test VIFA y el test de Rosenberg, ambos en escala tipo Likert.
Análisis de datos
El análisis de datos fue procesado con el uso de la estadística descriptiva - inferencial, y para la determinación de la relación entre variables, se realizó el cálculo de la Chi-Cuadrado para observar la relación que existe, en seguida se dio respuesta a los objetivos planteados.
RESULTADOS
Violencia familiar y autoestima
Figura 1
Violencia familiar y autoestima en estudiantes de la IES “Nuevo Seasmi”, Condorcanqui
El 30% de estudiantes presentó un bajo nivel de violencia familiar; 45% un nivel regular y 25% alto. Además, el 28,4% tuvo un autoestima baja; 40,8% regular y 30,8 elevada. Por otro lado, relacionando variables, el 28,4% mostró un nivel bajo de violencia familiar y una autoestima elevada; mientras que, el 40% presentó un nivel regular, y el 23,4% presentó violencia familiar alta y autoestima baja.
Tabla 2
Prueba de Rho Spearman entre la variable violencia familiar y autoestima
En la tabla 2 se evidencia que el nivel de significancia es menor a 0.05, esto implica el rechazo de la hipótesis nula, en consecuencia, se acepta la hipótesis alterna. Al mismo toempo, señala la presencia de una conexión inversa entre variables, evidenciada por un coeficiente correlacional negativo considerable de -0.704.
Violencia familiar y autoestima positiva
Figura 2
Violencia familiar y autoestima positiva en estudiantes, IES “Nuevo Seasmi”, Condorcanqui.
En la figura 2 se aprecia el nivel de autoestima positiva. El 27,5% presentó una autoestima positiva baja; el 40% regular y el 32,5% elevada. Relacionando variables, el 27,5% exhibió un bajo nivel de violencia familiar, al mismo tiempo su autoestima positiva fue elevada. El 35% presentó violencia familiar en grado medio, juntamente con una autoestima positiva regular. Sin embargo, un 19,2% de estudiantes experimentaron un alto nivel de violencia familiar, y autoestima positiva baja.
Tabla 3
Prueba de Rho Spearman entre la variable violencia familiar y autoestima positiva
De acuerdo con la información de la tabla 3, se evidencia que con significancia es inferior a 0,05, se rechaza la hipótesis nula y, por ende, a la aceptación de la hipótesis alterna o alternativa. Este resultado indica la existencia de una relación inversa media entre la violencia familiar y autoestima positiva, destacada por un notable coeficiente de correlación negativo de -0,587.
Violencia familiar y autoestima negativa
Figura 4
Violencia familiar y la dimensión autoestima negativa en estudiantes, IES “Nuevo Seasmi”, Condorcanqui.
El 30% de estudiantes presentó nivel bajo de violencia familiar; el 45% medio y el 25% alto. El 21,7% tuvo autoestima negativa baja; 76,7% regular y 1,6% elevada. El 26,7% de los estudiantes presentaron un nivel bajo de violencia familiar, al mismo tiempo que muestraron una autoestima negativa elevada. Además, el 37,5% demostró un nivel medio de violencia familiar junto con una autoestima negativa regular. Sin embargo, un 12,5% de los estudiantes experimentaron un nivel alto de violencia familiar, y en tanto a su autoestima negativa como regular son bajas en igual medida.
Tabla 3
Pruebas de normalidad entre violencia familiar y autoestima negativa
Según los datos presentados en la tabla 3, la significancia es menor a 0,05, lo cual significa que hay rechazo de hipótesis nula y, por consiguiente, la aceptación de la hipótesis alternativa. Este hallazgo demuestra que hay una relación inversa entre la violencia familiar y la dimensión de autoestima negativa, evidenciada por un significativo y considerable coeficiente de correlación negativo de -0,735.
Violencia familiar física
Tabla 4
Violencia familiar física de los estudiantes de la IES “Nuevo Seasmi”, Condorcanqui, por sexo
Según resultados de la tabla 4, se observa que los varones demostraron actitudes más violentas que las mujeres, donde el nivel bajo de violencia de varones asciende hasta el 27.6%, y en las mujeres, el 32.3%, y sumando los niveles medio y alto, en ambos sexos, en el caso específico de los varones, es alcanzado por más del 72%; mientras que en las mujeres, es alcanzado por el 67.7%, aunque en términos generales, la violencia tiene presencia en ambos sexos.
Violencia familiar psicológica
Tabla 5
Violencia familiar psicológica de los estudiantes de la IES “Nuevo Seasmi”, Condorcanqui, por sexo
Según resultados se observa que al igual que en el caso anterior los varones muestran actitudes más violentas que las mujeres, dado que en nivel bajo particularmente en el caso de los varones, esta el 29.3%, y en el caso de las mujeres, el 35.5%. y en el nivel alto, en el caso de los varones, alcanzan el 25.9%, y en el caso de las mujeres, alcanzan el 14.5%, en ese mismo nivel; concluyendo que los varones son mucho más violentos que las mujeres, de acuerdo a la dimensión de violencia psicológica.
DISCUSIÓN
En ámbito de maltrato violencia física y psicológica, los resultados demuestran que, el 30% presenta un nivel de violencia familiar bajo, el 45% medio, y el 25%, alto. En cuestión de autoestima el 28.4% de estudiantes presenta una autoestima baja, el 40,8% regular y el 30.8% elevada. Al relacionar las variables, el 28,4% presentó un nivel bajo de violencia familiar y autoestima elevada; mientras que el 40% presenta violencia familiar en nivel medio y autoestima regular; sin embargo, el 23,4% tienen un nivel de violencia familiar alto, pero autoestima baja. De acuerdo con la prueba de hipótesis, indica que existe una relación inversa entre la violencia familiar y la autoestima, evidenciada por coeficiente de correlación negativo considerable de -0.704. Comparando los hallazgos, encontramos cierta coincidencia con el estudio de Cansaya (2022), quien concluye que, cuanto más alta violencia familiar, más baja autoestima, y viceversa en estudiantes de educación básica.
Los resultados según dimensiones muestran que el 30% de estudiantes sufren un nivel bajo de violencia familiar, el 45% medio y 25% alto. El 27,5% mostraron una autoestima positiva baja; 40% regular y 32,5% elevada. De acuerdo con la prueba de hipótesis, se evidencia que el nivel de significancia es inferior a 0,05, lo cual indica la existencia de una relación inversa media entre la violencia familiar y la dimensión de autoestima positiva. Así mismo, Torres (2022) en su estudio demostró que existe una relación inversa significativa entre violencia familiar y autoestima.
De acuerdo con los resultados de la violencia escolar con la autoestima negativa, se tiene que, el 30% de estudiantes presentó un nivel de violencia familiar bajo; el 45% medio y 25% alto. El 21,7% presentó una autoestima negativa baja; 76,7% regular y 1,6% elevada. Al comparar los resultados obtenidos, encontramos que existen coincidencias con el estudio realizado por Silva (2021), quien demostró que existe una relación inversa mediana pero significativa con la autoestima negativa, mientras que la autoestima positiva será fortalecida cuando no se encuentran en un entorno de violencias. Por otro lado, también existe una similitud con el estudio de Chambilla (2019), ya que demostró que existe una relación inversa entre violencia escolar y autoestima, lo que significa que, a mayor violencia escolar, menos autoestima en los alumnos.
Asimismo, los resultados asociados al sexo, se observó que los varones muestran actitudes más violentas físicas y psicológicas que las mujeres, sin embargo, la violencia tiene presencia en ambos sexos. Además, la autoestima positiva por sexo se evidenció que, el 36.2% de los varones tienen una autoestima baja, y el 19.4% de las mujeres se ubican en ese mismo nivel. En ese ámbito el estudio de Santos y Larzabal (2021), demostró que el apego es fundamental para el desarrollo de la autoestima, así como también para el buen funcionamiento familiar. Del mismo modo Fregoso, et al. (2021) menciona que es necesario trascender en la familia con charlas y orientaciones que son necesarias para entender, explicar y reducir los casos de violencia que tienen fuerte repercusión en los alumnos.
CONCLUSIONES
En el presente estudio se encontró que la violencia familiar es baja equivalente al 30%; el nivel medio 45% y el nivel alto 25%. El 28,4% tiene autoestima baja; 40,8% regular y 30,8 elevada. Ambos variables, tienen nivel bajo de violencia familiar con 28,4% y su autoestima elevada. El 40% presenta nivel medio de violencia familiar y autoestima regular. Sin embargo, el 23,4% presentaron un nivel de violencia familiar alto, pero autoestima baja. Así mismo, se evidenció que existe un nivel bajo de violencia familiar equivalente al 30% de estudiantes, el 45% medio y 25% alto. Mientras que, en el ámbito de autoestima positiva, el 27,5% demostró un nivel bajo; 40% regular y 32,5% elevada. Por otro lado, La IES "Nuevo Seasmi" en Condorcanqui, exhibió un bajo nivel de violencia familiar (27,5%) y una autoestima positiva elevada. Asimismo, el nivel medio de violencia familiar equivale al 35%, junto con una autoestima positiva regular. Sin embargo, un 19,2% experimentó un nivel alto de violencia familiar, teniendo un nivel bajo de autoestima positiva.
Con respecto a violencia familiar el 26,7% de los estudiantes presentaron un nivel bajo de violencia familiar, al mismo tiempo que mostraron una autoestima negativa elevada. Además, se evidenció que el 27,6 representan a los varones que presentaron índices de violencia 27.6% mientras que el 32.3% pertenecen a las mujeres. Esto demuestra que la violencia tiene presencia en ambos sexos; al igual que la violencia psicológica. En general los varones son mucho más violentos que las mujeres, de acuerdo con la dimensión de violencia psicológica.
RECOMENDACIONES
Se recomienda la implementación de intervenciones puntuales de los psicólogos y autoridades locales que puedan atender responsablemente casos de la violencia familiar tanto como la disciplina, con la finalidad de disminuir los casos de violencia que se vienen dando en la institución educativa.
También se sugiere involucrar al trabajo escolar a la familia, invitando a los padres y madres a participar en la educación de sus hijos, garantizando de este modo, un principio fundamental de la pedagogía, que es la relación entre la escuela y la familia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bandura, A. (2003). Teoría del aprendizaje social. Espasa-Calpe
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