Matajai

(Voy a matar)

 

Recibido: 17/04/2024.                    Aceptado: 29/07/2024.

DOI: https://doi.org/10.55996/manguare.v3i2.246

Josue Manuel Hernandez Davila

Universidad Nacional Intercultural Fabiola Salazar Leguía de Bagua.

 jhernandez@unibagua.edu.pe

 orcid.org/0009-0009-8079-3592

 

Resumen

El presente cuento trata sobre la venganza entre los pueblos Awajún y Wampis cuyo personaje principal es Tsamajain, niño Awajún que a la edad de 7 años le arrebatan los Wampis a su padre quedando huérfano. Con el devenir de los años crece y se convierte en uno de los mejores cazadores. Años posteriores conoce a un viejo, quien quería matar a Sayula, uno de los líderes de los Wampis. Éste convence a Tsamajain de hacerlo y en gratitud entregaría a su única hija Nakuri. Tsamajain logra su objetivo y mata a Sayula. Al final bebe ayahuasca para purificarse, casándose con Nakuri llegando tener una numerosa descendencia.

Palabras Clave: Matajai, venganza, Tsamajain, rencor, mitallar.

Introducción

La vida muchas veces es dura, el afán de trabajar día a día, labrar los campos y otras actividades, pero podemos en algún momento preguntarnos, ¿cuánto la sería para alguien a los 7 años quedar huérfano a causa de una venganza entre tribus? El presente trabajo cuenta la historia de Tsamajain, un niño Awajún que encontró muy temprano la orfandad y también la adultez, desde muy temprano ir a mitallar o buscar alimentos, fueron las actividades principales; jugar y divertirse como niño no estaban en su día a día. Los días trascurren sombríos para aquel muchacho, pasan muchos más en un abrir y cerrar de ojos ya es un joven y adquiere fama de cazador debido a sus grandes hazañas, llegar con las manos vacías no estuvieron en su vocabulario. Pasado un tiempo, conoce a un viejo, entablan una conversación y menciona que él sabe lo que su corazón y mente guardan, el cual es el rencor hacia Sayula un líder de la tribu Wampis quien mató a su padre. Aquel viejo mencionó también que perdió a su hijo a causa del mismo hombre, además, le menciona que le apoyase a tomar venganza y en gratitud entregaría a su única hija Nakuri. Tsamajain estuvo en duda, el de tomar venganza o continuar con su vida de cazador. El joven acepta la venganza y se sumergen en la emboscada de Sayula logrando su objetivo asesinándolo de un disparo en la cabeza. Finalizado este objetivo, Tsamajain visita el bosque, bebe ayahuasca y regresa para tomar como esposa a Nakuri teniendo una familia muy numerosa.

Figura 1

Imaginativo de Tsamajain en el bosque de sucesos

 

Todo aparecía tan oscuro dentro de la habitación.

Sentí el caminar de muchas personas, sentí el hablar, ruido muy disperso, mi mente seguía funcionando, mi corazón seguía palpitando, veía tan oscuro, bizarro, mi cuerpo ansiaba moverse, pero la mente lo impedía, intenté con toda fuerza ponerme en pie, más fue imposible. De pronto escuché varios gritos exclamando: ¡Matajai!, ¡Matajai!, ¡Matajai!, ¡Matajai!, ¡Matajai! (¡Voy a matar!). Tan repentino como un chasquido escuché un estrepitoso ruido, a continuación, un silencio inmenso…

Continúo el silencio…

Prosiguió …

De pronto siento una luz que ilumina más y más mis ojos, una neblina que más y más se me aclara, miré al lado izquierdo, estaba una jarra vieja, volteé, al lado derecho estaba mi padre, la sangre abundaba en este espacio. ¡Imploré un grito enorme en busca de ayuda! ¡Mina apan jakae!, ¡Mina apan jakae!, ¡Mina apan jakae! (¡Mi padre a muerto!). Exclamé al cielo entero, pero no encontré respuesta. De mis ojos salían lágrimas sin cesar, no podía controlarlo, era una sensación de impotencia, los reproches eran quizá, pude haber hecho más si no hubiese yacido en el suelo, quizá pude haberte salvado padre. Exclamaba llorando, mi estatura no es mucha, pero mi mente es fuerte como mi corazón, juré ante ti yacido en aquel suelo que esto no quedaría así, juré vengar tu vida, amado padre no quedaría impune.

Quizá siete años es una edad muy corta para guardar rencor, pero ¿cómo no hacerlo si te arrebataron al único acompañante? Primero fue mi madre que encontró la muerte muy joven a causa de una serpiente, a ella, no llegué a conocerla ni a disfrutar de algún beso o abrazo, pues, mi mente tan pequeña y mis dos años hacían imposible recordarla, ahora me arrancan al único ser que he amado.

¡Juré vengarme, juré vengarme!

Mi crecimiento fue prematuro.  Desde pequeño tuve que labrar los campos, pescar en ríos turbulentos, nunca conocí lo que es juego ni diversión, era sentirme un adulto atrapado en un niño.

Tsamajain es hora de traer yuca, ¡levántate exclamaron!

Entre sueño yo titubeaba, Matajai, Matajai, Matajai una y otra vez, de repente desperté con mucho impacto. Vaya eran los malos recuerdos que aún me agobiaban, mi mente aún vacilaba aquel trágico día donde perdí aquella sonrisa de niño, donde todo se volvió negro y desolado. Desperté y entre en mí, respondí ahí voy, me cambié muy rápidamente, alisté mi vestimenta, empuñé mi machete y cogí mi Tshankin (canasta para recoger alimentos). -Ven sírvete chapo y come cashca- dijo Shawit, pues iremos a recoger yucas a la montaña - ¡date prisa! -

Comí muy rápidamente, desesperado por ir a la atenuante labor. Fuimos por el camino junto con Shawit. En el trayecto iba preguntando: ¿qué árbol es este? -respondió Shawit- se llama cedro, es uno de los más antiguos del bosque, ¿por qué se ve como si dos árboles estuviesen pegados? –pregunté- la razón es que según cuentan antepasados, antiguamente existían dos personas que se amaron profundamente y se juraron amor eterno en este lugar, pero fueron de familias que se guardaban odio por lo que los persiguieron hasta encontrarles. Su padre de la jovencita, prefería ver el sufrir de su hija a que el joven la poseyera; por lo que ideó dicho plan para acabar con su amor. Los encontró en dicho lugar y decidió acabar con él, pero su hija lo abrazó muy profundamente, prometiéndose no soltarse nunca y el dios Etsa (dios del sol) les concedió un gran deseo y les convirtió en árboles y así permanecieron entramados por toda la eternidad.

Prosiguió nuestra caminata hasta llegar a la chacra. Comenzamos a cortar los arbustos para que la yuca no tuviera mucha maleza y empezamos la travesía de vuelta, Shawit ¡coloca más yuca! exclamé…

Pero estás seguro, estás aún pequeño, - ¿crees que puedas? - Yo puedo con todo mencioné, tomé un soplo de aire y exhalé, vaya sí que estaba súper pesado la Tshankin (canasta). De regreso iba tambaleando, de regreso debido a la agreste selva empezó una lluvia torrencial, Shawit mencionó: ¿qué tal si descansamos…?

Eso no se va poder, la lluvia puede durar por horas, le mencioné, más bien, debemos darnos prisa en llegar. De repente sentí desvanecer mi cuerpo, vaya resbalé debido al barro y la carga, pero debía proseguir puesto que rendirme no estaba en mis planes.

Continúe con mi actividad diaria durante años.

Así pasó el tiempo …

¡Tsamajain, vamos a mitallar! -Exclamaron.

Respondí en medio de sueño, aquí voy Shawit, déjame lavarme la cara. ¡Allí estaba yendo a lavarme a un arroyito muy cercano, miré mi rostro en el agua -!  vaya la barba sí que era abundante! - Mi reflejo ha cambiado bastante decía dentro de mí, enfoqué mis brazos al arroyo y sí eran muy grandes, en seguida fui.

La travesía fue larga, la indomable selva aun virgen deja ver árboles inmensos, arbustos frondosos, quebradas muy accidentadas intentan frenarnos, pero el coraje y la fuerza de voluntad awajún es mayor lo que nos permite continuar. A lo lejos en el cielo se llega a ver pajarillos de distintos colores al fin después de una larga travesía algo bueno tenía que pasar, son loros “exclamó Shawit”, yo respondí, no, ellos son guacamayos tienen colores rojo y amarillo en sus plumas.

El viaje continúa …

A lo lejos se pudo divisar un movimiento en los arbustos,” un armadillo exclama” Shawit, ¡guarda silencio! ¡puede oírnos y escapar, alista tu carabina, ¡pum!, ¡pum! se escuchan disparos, el armadillo corre por los matorrales queriendo huir, en eso empuño mi carabina con seguridad solo tengo dos balas, por lo que está permitido fallar, apunto y ¡pum!, ¡pum! alguien cae al suelo, era el armadillo muerto, exclamo: ¡Hoy habrá una gran cena!, joviales bajamos a casa de Shawit, decimos a su madre, hermanas ¡preparen yuca, masato, hoy habrá fiesta!

Jocundos comimos armadillos con yucas, libamos arto masato, bailamos, cantamos al fin algo de alegre después de tanto augurio, total no todos los días se come bien.

La caza de animales continua …

Mi fama de cazador se extendió por todas las comunidades del Alto y Bajo Marañón, me apodaron Tsamajain el Cazador, sobrenombre que adquirí ya que empuño como ningún otro, con firmeza, “eso lo dicen todos los animales que maté y comí”, en ningún viaje vine con las manos vacías, pues, esa palabra no estaba en mi vocabulario, así tarde días, semanas, mi objetivo no acaecía.

Debido a mi fama, cierto día se me acerca un viejo, su barba era abundante, cabello escaso, ojos negros y me dijo: te invito a mi casa a beber masato, fui a la casa de aquel hombre, estaba al otro lado de la montaña, al momento de ingresar a su casa, vi bastantes pobladores, de pronto siento una palmada por la espalda, volteo estrepitoso y allí estaba, era la mujer más bella que mis ojos habían visto: su cabello largo, sus ojos pequeños, su boca rojiza, su túnica”.! Sírvete masato, seguro estás de sed, ¡joven! -me dijo- El silencio fue largo, me nublé ante ella, el viejo me dice Tsamajain te presento a mi hija ella es Nakuri.

Mucho gusto Tsamajain …

Nakuri muchas gracias por el masato, el silencio continúo ..el viejo me dice Tsamajain te voy a presentar a mis amigos, ellos son los más aguerridos awajún, igual que tú son cazadores expertos, el temor no está en su vocablo, se han adentrado en lo más profundo del bosque, ”Seré breve Tsamajain”, conozco tu dolor, ambos hemos perdido un pedazo de nuestro ser, tú perdiste a tu padre hace ya más de 11 años y yo a mi adorado hijo a causa de Sayula de la tribu de los Wampis, seré breve: ¡es momento de vengarnos!, ¡en nuestro pueblo awajún la sangre se castiga con sangre!, ¿Te unes Tsamajain?, el silencio primó en ese momento, pensé, era la oportunidad que tanto esperaba durante mucho tiempo, volvió a preguntar: ¿te unes Tsamajain?, y prosiguió el viejo: a cambio, te daré a mi única hija si me ayudas, es mi palabra. Algo dentro de mi empezó a redundar, tenía la oportunidad que durante mucho tiempo buscaba vengar a mi padre y, por otro lado, juntarme con una linda esposa, tener hijos, ser amado. Mencioné al viejo ¡nunca he matado humanos! ¿cómo haría? El viejo respondió, ayahuasca hará fuerte de mente y espíritu debes beberla.

Empezó la reunión, el viejo empezó a explicar cómo íbamos a realizar el plan, Sayula siempre está acompañado de su gente, mencionó, ellos siempre beben masato, ellos tienen mayor cantidad de hombres que nosotros, pero en algún momento ellos deben bajar la guardia y ahí atacaremos con mucho sigilo, todos haremos vigilia cerca de la casa de aquel infeliz.

Esperamos dos noches sin dormir y comer en busca de una oportunidad, de pronto notamos que sus lacayos de Sayula estaban borrachos, entonces, atacamos -!pum!,!pum!,!pum! se escucharon los disparos!, uno a uno iban cayendo sus compinches, Sayula intentó huir, pero no tenía escapatoria, tenía que cruzar el río o caer a manos nuestras. Sayula se avienta al río tormentoso del Marañón, intenta esconderse debajo del agua para ello se agarra de un palo viejo, de rato en rato saca su cabeza buscando respirar, pero está ahí totalmente rodeado sin salida!, ¡Dejen de disparar exclamo, ese Wampis es mío!, ¡Matajai!, ¡Matajai!, ¡Matajai! Exclamamos a la vez que empuño mi carabina y de pronto saca su cabeza y ¡pum! Cayó, se veía la sangre rojiza cómo iba aumentando en el río cada vez más y más, su cuerpo se hundió dentro de las aguas del imponente Marañón, había cumplido mi venganza ante aquel hombre que mató a mi padre. Sufrí mucho durante bastante tiempo, hoy había terminado ya con mi venganza, al salir de ese lugar nadie me dirigía la palabra ni preguntaba ni comentaba lo que pasó, solo al viejo mencioné “debo purificar mi alma iré a la montaña a tomar ayahuasca, volveré pronto”. El viejo exclamó “haremos fiesta, mi hija te espera no demores Tsamajain”.

Estuve en el bosque adentro en lo más ignoto, busqué paz en aquellos árboles, en aquellas quebradas, en aquellas aves, exclamé ¡Mi misión está cumplida padre!, Bebí ayahuasca para purificarme, dame sabiduría, sobre todo para ser buen esposo, después de todo Nakuri me estaba esperando, debía tener amor luego de tanta desdicha.

Entré en un trance después de beber ayahuasca, veía desde una perspectiva cómo pasé mi niñez tan desolada. Vi aquel fatídico día cómo mataron a mi padre, vi mi niñez cómo recogía y cosechaba yuca, plátano y otros para poder subsistir. Vi mi juventud cómo aprendí a usar armas, y a cazar animales silvestres, vi la empuñadura cuando maté a aquel asesino de mi padre, vi aquella sangre tan rojiza que devenía por aquellas aguas, vi el temor que llegó a sentir aquel asesino. De pronto, a lo lejos, divisé un montón de uchis (niños), cada uno no le llevaba muchos años al otro casi, vi una linda esposa, multitud de gente que me rodeaba y me apreciaban.

Bum, despierto estaba en el bosque estaba soleado, quedé sorprendido puesto que cuando empecé mi ritual estuvo de noche, sorpresa había pasado ya un día, con la cabeza un poco adolorida despierto (…)                                        

Decidí empezar mi camino de vuelta, total de seguro me estaban esperando allá, el camino de vuelta duró aproximadamente una semana.

¡Volví Nakuri! Exclamé vine por ti, pasa, hoy prepararemos banquete dijo Nakuri mi padre está ansioso de verte.

Entablamos algunas palabras con aquel viejo, le mencioné mi experiencia en el bosque con la bebida de ayahuasca y cómo había visto mi visión, aquel viejo mencionó me parece bien, estás preparado mi gran amigo.

Tsamajain te entrego a mi única hija, exclamó el viejo, después de tanto desdén, mi Nakuri será el motivo de tu sonrisa y te acompañará en todo momento Tsamajain, cuídala y respétala.

Prometí ante Etsa hacerlo, ante Nakuri y ante su padre darle todo mi amor y hacerla feliz día con día.

La historia sigue solo mencionaré que tuvimos 14 hijos, 60 nietos y 140 bisnietos.

 

Conclusiones

De acuerdo a lo narrado en el cuento, podemos notar que el sentimiento de la venganza es más fuerte que cualquier otro, este no distingue edad porque desde pequeño ya se puede tener a causa de la orfandad. El personaje principal Tsamajain, presencia la muerte de su padre y años posteriores toma fama de cazador y es contactado por un viejo que pasó una situación similar, pero fue asesinado su hijo a causa de los Wampis tribu rival que fue dirigida por Sayula. Como recompensa de salir airosos de dicho plan aquel viejo promete entregarle a su única hija como recompensa. Ambos elaboran una emboscada y asesinan de un disparo en la cabeza en el río y siente que la deuda prometida a su padre quedó saldada, para purificar alma y mente viaja al bosque bebe ayahuasca luego regresa para tomar como esposa a Nakuri, al fin siente algo de alegría después de tanto tiempo en su corazón es así que promete mucha felicidad y fidelidad por el resto de tiempo que le quedase de vida teniendo así una familia muy numerosa con muchos hijos, nietos y bisnietos.

 

Glosario

Etsa: Espiritualidad del mundo Awajún y Wampis. Dios Sol.

Mina Apan jakae: Expresión: Mi padre a muerto.

Matajai: Voy a matar.

Mitallar: Ir de casería.

Nakuri: Jovencita pareja de Tsamajain.

Tsamajain: Personaje principal.

Tshankin: Canasta.

Sayula: Asesino del padre de Tsamajain.

Shawit: Amigo de Tsamajain.