CRIANZA DE ANIMALES SILVESTRES: UNA EXPERIENCIA SINGULAR
Fecha de recepción: 02-11-2023 Fecha de aceptación: 12-01-2023
DOI: https://doi.org/10.55996/manguare.v3i1.225
Henry Ampama Lopez
Correo electrónico: hampamalo35@gmail.com
Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza de Amazonas
Resumen
A raíz de la paulatina escasez de animales silvestres para la caza, la familia wampis Ampama, se ha propuesto criar añuje y majaz, dos animales naturalmente silvestres y muy apreciados por el buen sabor y aporte proteico de su carne. La experiencia de crianza que al principio se tornó difícil, después de aproximadamente dos años, se ha tornado sistemática, tanto para velar por la alimentación, salubridad y reproductividad de los pequeños mamíferos; creando así una experiencia singular en cuanto a cómo entender y ayudar al bosque, así como la de producir carne para la alimentación familiar.
Palabras clave: crianza, animales silvestres, bosque
Introducción
A lo largo de los tiempos, los wampis han dependido casi directamente del bosque. Al respecto Cahuasa (2019) afirma que “el wampis sin el bosque no es nada” (p. 12), pues, en el bosque, no solo está el alimento material, sino también, el alimento espiritual para el hombre amazónico -y muy en especial- para el wampis que está acostumbrado a vincularse equilibradamente con la naturaleza. Sin embargo, el surgimiento o imposición de las comunidades nativas (que obligó a los nativos ha conglomerarse en pequeños territorios) así como el crecimiento demográfico, la llegada y uso de armas de fuego con municiones y sonidos (y con ello el cambio de técnica de caza), el desarrollo de la agricultura, entre otros factores; han influido para que los animales silvestres como el añuje o majaz, vayan cada vez más alejándose a los bosques donde no haya humanos, dificultando así la caza.
La escasez de caza y pesca, y la consiguiente escasez de proteína para los humanos, es ya un problema en la población amazónica, de ahí que el Estado y algunas instancias vienen promoviendo la crianza de peces y de animales menores como gallinas y cuyes. Sin embargo, no hay una política estatal o de otras organizaciones para la crianza de animales silvestres, de ahí que la experiencia de la familia Ampama se constituye en singular e interesante, ya que es una de las pocas, o quizá única experiencia, que al menos en la parte del río Santiago (Kanús), exactamente en la comunidad de Huabal – Condorcanqui, se abre como una posibilidad de criar animales silvestres como el añuje y majás para el consumo familiar.
A continuación, presentamos algunas fotografías que van contando un poco el proceso de esta crianza.
Figura 1
El alimento viene de la chacra
Nota: Las yucas y los plátanos son cultivados en las chacras y son el pilar alimenticio de los animales silvestres. Otros alimentos son semillas del bosque.
Figura 2
El ambiente de crianza
Nota: El ambiente de crianza ha sido construido con una base de cemento y pared de ladrillo, ello principalmente para impedir que rasguñando puedan escaparse. Henry Ampama cuenta que al principio era de tierra, pero lograron escaparse. El tamaño de la jaula dependerá de la cantidad de ejemplares, que en este caso es de unos 20 metros cuadrados para 8 animales.
Figura 3
La reproducción
Nota: Al principio no se lograba la reproducción dice Henry, pero se instaló cajones y espacios de refugios, así como la adaptación de los animales hizo que se logren reproducir.
Figura 4
El aseo es importante
Nota: Ya que el piso es de cemento, el aseo del ambiente es fundamental para evitar contagio de la comida y un mal olor. Por ello también, la pequeña pared que circula el ambiente de crianza es de un poco más de metro, ello garantiza una buena ventilación.
Figura 5
La familiaridad con los animales
Nota: Los animales ya están acostumbrados a los cuidadores que cada vez que ellos se acercan se alistan para recibir los alimentos.
Figura 6
Las crías con más temerosas
Nota: Las crías suelen esconderse en troncos de madera fabricados para tal fin.
Figura 7
Cuidador y animal
Nota: El cuidador puede acercarse al animal, él dice que los animales ya reconocen su olor y por ello no lo atacan, aun así, los animales son territoriales y protegen su espacio.
Conclusiones
La crianza de animales silvestres es posible y quizá una necesidad en las comunidades nativas. Conservar el bosque es creo en primera instancia lo ideal, no puede haber mejor lugar para la crianza de los animales silvestres que su propio habitad. Los animales silvestres no solo encuentran en el bosque natural sus alimentos y todo lo necesario para cohabitar en equilibrio, sino que estos animales, son los que llevan también las semillas de las diferentes plantas de un lugar a otro garantizando el equilibrio del bosque. Sin embargo, ante la caza indiscriminada y la escasez de proteína animal para la alimentación de los humanos, es creo, una práctica sostenible esperanzadora que en las comunidades nativas se impulse la crianza sistemática de los animales silvestres. Es verdad que existen pocas experiencias en este campo, pero lo hecho por la familia Ampama es una muestra de cómo las familias nativas pueden incorporar a sus vidas una forma nueva de producir alimento de gran valor proteico, así como conservar las especies.
Referencia bibliográfica
Cahuasa, F. (2019). El Baguazo, Voz Wampis de la Resistencia Amazónica. Rimay.